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El ISPA ayuda a clasificar los diferentes tumores nasosinusales

  • Investigadores del grupo de Cáncer de Cabeza y Cuello participan en un estudio internacional sobre la metilación del ADN

 

  • El método podría aportar nuevas opciones de tratamiento más ajustadas a cada subtipo de cáncer

 

Cuatro tipos de tumores nasosinusales vistos por el microscopio: glandular (arriba izq.), neuroendocrino (arriba dcha.), neuroblastoma (abajo izq.) y escamoso (abajo dcha.). Créditos de la imagen: Mario Hermsen.

 

Han pasado unas décadas desde que la epigenética irrumpió en el panorama médico y científico de todo el mundo. Esta rama del conocimiento, que como su propio nombre indica se encuentra “por encima de” la genética, nos ha ayudado a comprender que el entorno tiene mucho que decir sobre nuestra salud general. Lo que comemos, las substancias que inhalamos, las infecciones a las que nos exponemos o incluso las situaciones de estrés son capaces de “alterar” la información de nuestro código genético. Ni siquiera el cáncer es ajeno a la epigenética. Ahora, investigadores de diversas instituciones internacionales han descubierto que podemos utilizar estas modificaciones gracias a un proceso denominado metilación del ADN. Con ello, podremos distinguir mejor los múltiples subtipos de cáncer que se encuentran en el área nasosinusal: las fosas nasales y los senos paranasales. Los investigadores de FINBA/ISPA Mario Hermsen y Sara Lucila Lorenzo Guerra, del grupo de Cáncer de Cabeza y Cuello, han colaborado en el estudio publicado en Nature Communications donde se detalla esta técnica aplicada a los tumores nasosinusales.

 

En nuestro ADN se encuentra toda la información necesaria para el buen funcionamiento del organismo. Todas nuestras células contienen los mismos componentes, pero sus funciones son completamente diferentes, y esto ocurre porque cada célula expresa una serie de genes determinados. Sin embargo, existen procesos capaces de expresar genes que en un contexto normal permanecerían silenciados y viceversa: nos referimos a ellos como metilación del ADN y juegan un papel clave en la salud al estar relacionados con diversas enfermedades cardiovasculares y autoinmunes, con el envejecimiento e incluso con el cáncer.

 

Existen procesos capaces de expresar genes que en un contexto normal permanecerían silenciados y viceversa: nos referimos a ellos como metilación del ADN

 

“La variedad que encontramos en los tumores nasosinusales es asombrosa”, explica el bioquímico y doctor en Medicina Mario Hermsen, originario de los Países Bajos e investigador de FINBA/ISPA. Lleva casi veinte años estudiando los tumores de esta región anatómica junto al Profesor José Luis Llorente, del Servicio de Otorrinolaringología del HUCA, un centro de referencia para este tipo de cáncer: “Dentro de toda esa diversidad nosotros estudiamos una serie de tumores raros, como los tumores glandulares, salivares, adenocarcinomas, carcinomas escamosos… ¡Estudiamos incluso tumores neuronales! Y todo esto en una región tan pequeña de nuestro cuerpo”, detalla Hermsen. Y de la pluralidad vienen precisamente los problemas. Es realmente complicado tratar de diagnosticar correctamente todos los subtipos tumorales en base a su histología (composición, estructura y características), incluso para los profesionales más experimentados. Además, tal y como comenta el investigador, el curso clínico de estos tumores varía entre ‘relativamente benigno’ hasta ‘muy agresivo’, por lo cual “la correcta clasificación es clave a la hora de decidir el tratamiento óptimo que debería recibir cada paciente”.

 

El estudio liderado por el Profesor David Capper, de la Universidad Charité (Berlín) demuestra ahora que el análisis de los perfiles globales de la metilación del ADN en estos tumores nasosinusales nos ayuda a distinguir cada uno de ellos. Por su parte, Hermsen y Lorenzo Guerra colaboraron aportando datos sobre una serie de muestras de tumores extremadamente raros: “Quienes estudiamos este tipo de cánceres con tan poca prevalencia tendemos necesariamente a unir fuerzas”, comenta el investigador de FINBA/ISPA. Los resultados del estudio mostraron que la metilación del ADN es una herramienta efectiva para clasificar los cánceres ubicados en las fosas y los seños paranasales.

 

“La importancia del estudio – añade Hermsen – es que ya podemos definir estos tumores con una mayor precisión. Esto nos permite estudiar las características clínicas y genéticas de cada subtipo de un modo más racional, afinando los tratamientos que reciben los pacientes oncológicos con este tipo de tumores”.

 

ESTUDIO: Jurmeister et al. DNA methylation-based classification of sinonasal tumors. Nature Communications, 2022 Nov 28;13(1):7148. https://doi.org/10.1038/s41467-022-34815-3

 

COMUNICACIÓN ISPA-FINBA

Guillermo del Riego

Lucía Casas Piñeiro 

comunicacion@finba.es